¿Por qué ves anime?

 ¿Por qué ves anime? Creo que es una pregunta que me han hecho reiteradamente en varias etapas de mi vida y ha llegado por parte de todas clase de personas: Uno de mis compañeros de clase ‘surfer’ que me encontró hablando del último episodio de qué se yo – Probablemente Naruto o algún anime contemporáneo – con uno de sus amigos en un intermedio de clase (Qué hacía yo allí y cómo terminé hablando con este chico sobre anime, ni idea), mi familia que no entendía por qué seguía viendo dibujitos si ya supuestamente había pasado esa etapa en mi vida, o posteriormente compañeros de la universidad que descubrían que cuando alguien hablaba del tema yo era capaz de dar respuestas bastante ‘informadas’. Últimamente la pregunta llegó a mí de la mano de un anónimo en mi cuenta de ask.fm y me pareció interesante tratar de responderla.

Creo que todos vemos anime por diferentes motivos, los cuales dependen también mucho de la generación a la que pertenezcamos y de nuestra historia de vida. Siempre he tratado de responder con una respuesta sencilla que apela a la libertad de cada persona de gustar de algo. A veces responder con una pregunta “¿Y a ti por qué te gusta leer, surfear, el cine, el fútbol, etc.? Pues el mismo sentimiento de satisfacción tengo yo al ver anime” https://www.nhentai.top Da por finalizada una discusión que no quieres que se extienda porque tu reserva de energía no son tan alta como para ponerte a explicar todo lo que puede significar para ti un hobby



Cada persona tiene derecho a gustar o no de algo, y si no le haces daño a nadie entonces nadie tiene derecho a joderte, ya saben… Las reglas básicas de una sociedad: Vive y deja vivir, no le hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti, ama al prójimo como a ti mismo, los derechos de uno terminan donde comienzan los derechos de otros, etc, etc. Siempre uno tiene un gusto que lo hacen pertenecer a una minoría, a algo raro para las masas, y en algún momento de nuestra vida nos cuestionarán (de buena o mala manera). En fin, no todos tenemos que ser iguales, hay tantos matices bonitos que dan vida a cualquier ser humano y he allí donde está lo divertido.



El anime es una forma más de expresión.

El argumento que está en la base de todo es que el anime, la industria de la animación japonesa, es una de las tantas formas que tiene una persona de crear ficción y entregarle al mundo un mensaje. Al igual que la literatura, el cine, la pintura, la poesía o la música, el plasmar una historia utilizando animación es un medio tan válido como los otros de que un ‘creador de contenido’ pueda plasmar un mensaje que pueda trascender el tiempo.

Hay temas recurrentes en la cabeza de cada uno de los creadores de contenidos, los cuales están intrínsecamente ligados con la experiencia de vida, miedos, alegrías, amores, pasiones, preocupaciones filosóficas, morales, sociales que cada persona tiene en mayor o menor medida. Por ejemplo, Hayao Miyazaki a lo largo de sus películas tiene elementos recurrentes que hace que sus obras plasmen un poco de su esencia siempre: No solo su amor por la aviación que deviene de su padre, su crítica y desprecio total contra la guerra el cual nace por sus vivencias en la segunda guerra mundial donde pasó momentos dolorosos, su crítica hacia una industrialización y crecimiento de lo humano totalmente desvinculado con la naturaleza del que ha sido testigo con el crecimiento de una sociedad como la japonesa tan volcada a las ciudades y tecnologías en contraposición con sus orígenes y cosmovisión ligada al culto a los espíritus de la naturaleza. Satoshi Kon, por otro lado, a lo largo de su obra siempre ha tratado de enfocarse en la psique de sus personajes, además de su pasión por el mundo onírico el cual siempre mezclaba con el mundo «real». Hiromu Arakawa toma directamente su vida dentro de una granja para crear sus obras, las cuales son la expresión suprema de lo que aprendió de niña. Tal vez Gin no Saji tome esto de una manera más directa y sencilla aunque no menos encantadora, pero la filosofía de “La equivalencia de intercambio” en su obra más famosa, Fullmetal Alchemist, nace también de su vida en el campo en una familia de granja.

Creo que cada historia tiene un medio en el que mejor le va. Hay historias que quedan mejor en papel, otras que se adecuan a la pantalla grande con actores de carne y hueso, otros a series más extensas de televisión y otras se ven mejor animadas. No creo haya una disciplina mejor que otra pues haya artistas y genios en cada una de ellas que sacaran grandes joyas que probablemente varios apreciarán. Cada persona siempre tiene algo que decirle al mundo y lo podrá hacer desde la disciplina que más le acomode y frente a un público quien esté abierto a recibir el mensaje. Algunos lo tendrán temas bien claros desde un inicio, otros encontrarán su camino en el transcurso de su vida, otros nunca tendrán la oportunidad de decir nada. Y con ello quiero pasar a un segundo punto